De mirada caída, en su rostro la barba no encubre su sencillez,
nacido para ser diferente, con vocación de enlazar la vida, buscador de mundos,
de historias mínimas.
Hurgador incansable de paisajes en forma de vinos, su búsqueda a
veces suele ser irracional, que hace que siempre este buscando. Es como estar siempre en un sueño de traslación,
en un viaje sin retorno para alcanzar esa mística que rodea su cosmos. Él a su
manera es un caminante, que seguramente nunca encuentre el vino que busca, pero lo que
si realmente ya ha encontrado es el cariño y admiración de todos los que
compartimos junto a él un vino.
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