A paso lento se le ve transitar por las irregulares calles del casco antiguo de Ourense. De trato agradable, al hablar transmite ternura y sabiduría, es narrador de historias de vida estremecedoras.
Compartir un vino con él en "Porta da Aira"se convierte en un momento mágico.
Nacido en una pequeña aldea de Celanova, de joven emigró a Suiza, país donde vivió 20 años. En el año 1992 regresó a Ourense y le proponen ser Sacristán de la catedral, tarea que realizó hasta el 2011, año en el que se jubiló.
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